Desde 1996, Claudio Pizarro era un jugador que le gustaba estar de moda. Siempre se ponía lo mejor. Sin embargo, muy aparte de su vestimenta estaba su cortes de cabello. Aveces corto, aveces largo.
Ya cuando llegó a Alemania sus cambios eran sorprendentes, ya que no solo físicamente había evolucionado, sino que también se había dejado crecer el cabello acompañado de bigotes.
Cuando llegaba a Perú, siempre el tema para la prensa era la novedad de sus cambios de look. Jamás podía pasar desapercibido. Peor aún cuando llegó del Bayern Münich con un peinado muy alocado como eran las trenzas. Imitación clara de David Beckham (ex fútbolista británico). Típico de la juventud.
Ya en 2008 volvería al modo clásico (cabello corto), ya que pasó a jugar en las filas del Chelsea -en ese tiempo, dirigido por José Mourinho-. Quizás la exigencia del entrenador lo hizo cambiar. Sin embargo, no duraría mucho, a que el Werder Bremen le dio la oportunidad -segunda- de volver para madurar. Es ahí donde volvió al cabello largo. Ahí fue donde rompería el récord de máximo goleador extranjero de la Bundesliga.
Tanto éxito lo llevó nuevamente al Bayern Münich que lo recibió con los brazos abiertos. Sabían que Pizarro no era cualquier jugador. Es el referente de Münich. Ya en esa última parte de su vida, volvería a cortarse del modo clásico para quedarse. Gran goleador. Gran look.
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